Para evitar la proliferación de gérmenes, lo primero será lavar las manos con agua y jabón. Cuando realizas la higiene del estoma, al mismo tiempo limpias la parte externa de la sonda. Levanta la placa de fijación pero evita tirar de ella. Utiliza agua y jabón para limpiar la zona, y seca muy bien la piel. Comprueba que la placa de fijación a la piel está colocada de tal forma que no ejerce presión. Si observas que está demasiado ajustada, puedes aumentar la distancia entre lo soporte y el estoma. A diario deberás girar la sonda dando una vuelta completa de 360º. De esta forma evitarás adherencias a la piel. Pero no deberás nunca tirar de la sonda, porque puede desprenderse. Puedes fijar la sonda a la pared del abdomen. Para eso aprovecha la curva que hace la sonda. Utiliza esparadrapo hipoalerxénico para evitar acodamentos o tracción. Deberás cambiar a diario el esparadrapo y la zona de fijación de la sonda. Comprueba que la sonda no se desplazó. La sonda tiene unas marcas en un lateral escalonadas en centímetros. Cada 15 días. Debes comprobar el agua del balón de fijación de la sonda. Usando una jeringa, retira y comprueba la cantidad, para acabar reintroduciendo y así mantener la fijación interna. Los tapones de la sonda deberán permanecer cerrados durante los períodos que no se esté utilizando la sonda, ya sea para alimentación o medicamentos. Vídeo
Para evitar la proliferación de gérmenes, lo primero será lavar las manos con agua y jabón.
Cuando realizas la higiene del estoma, al mismo tiempo limpias la parte externa de la sonda. Levanta la placa de fijación pero evita tirar de ella. Utiliza agua y jabón para limpiar la zona, y seca muy bien la piel.
Comprueba que la placa de fijación a la piel está colocada de tal forma que no ejerce presión. Si observas que está demasiado ajustada, puedes aumentar la distancia entre lo soporte y el estoma.
A diario deberás girar la sonda dando una vuelta completa de 360º. De esta forma evitarás adherencias a la piel. Pero no deberás nunca tirar de la sonda, porque puede desprenderse.
Puedes fijar la sonda a la pared del abdomen. Para eso aprovecha la curva que hace la sonda. Utiliza esparadrapo hipoalerxénico para evitar acodamentos o tracción. Deberás cambiar a diario el esparadrapo y la zona de fijación de la sonda.
Comprueba que la sonda no se desplazó. La sonda tiene unas marcas en un lateral escalonadas en centímetros.
Cada 15 días. Debes comprobar el agua del balón de fijación de la sonda. Usando una jeringa, retira y comprueba la cantidad, para acabar reintroduciendo y así mantener la fijación interna.
Los tapones de la sonda deberán permanecer cerrados durante los períodos que no se esté utilizando la sonda, ya sea para alimentación o medicamentos.